miércoles, 26 de abril de 2017

Noticia 11


El planeta reducirá las emisiones contaminantes con o sin Donald Trump


En un esfuerzo desesperado, Alemania y China tratan de incidir en Estados Unidos para que no abandone el Acuerdo de París sobre cambio climático, que suscribió junto a 194 países en la capital de Francia en 2015. En diciembre de ese año, casi todos los países del mundo se comprometieron a tomar medidas para reducir las emisiones contaminantes y responsables de recalentamiento planetario. “Tratamos de incidir en Estados Unidos a través de diferentes canales y personas, desde el ámbito de la cancillería hasta la EPA (Agencia de Protección Ambiental), e incluso la canciller (Angela Merkel) pidió varias veces al presidente (Donald) Trump que permaneciera en el histórico acuerdo”, indicó la ministra de Ambiente alemana Barbara Hendricks. La secretaria de Estado de Alemania se expresó así en el 8 Diálogo Climático de Petersberg, una instancia de dos días que culmina este martes 23 en Berlín. Por su parte, el enviado especial de China, Xie Zhenhua, calificó el Acuerdo de París de “arduo logro” y dijo que su país “cumple con su palabra y está decidido en los hechos”. Y al igual que su par alemana, Xie reiteró que todos los signatarios debían “continuar” y “no retirarse”. China está decidida en su compromiso, aseguró, y agregó que era fundamental la necesidad de transparencia para “construir mutua confianza y seguridad”. Los dos países dieron señales positivas de lo que hacían para reducir las emisiones de carbono. Hendricks subrayó la necesidad de trabajar en las “tecnologías ecológicas del futuro” en el sector transporte, en el desarrollo de infraestructura y en las redes eléctricas. Ambos funcionarios también se refirieron a los avances en el sector de las energías renovables, en la imperiosa necesidad de abandonar progresivamente el carbón y en avanzar de a poco en la instalación de automóviles eléctricos. La ministra de Ambiente de Alemania también dijo que las futuras acciones debían tener visión de futuro, coraje político, normas inteligentes, así como incluir a las corporaciones. “Todavía no tenemos un plan”, pero los países están deseosos de sumarse al entusiasmo, aunque con reservas, pero todos por la “prosperidad a largo plazo”. También indicó que sería prudente incluir acciones climáticas en todas las políticas económicas, fiscales e incluso sanitarias. “La pelota están en el terreno de los gobiernos nacionales”, observó. “Las acciones deben ser más claras que las palabras”, añadió. Pero a pesar de las declaraciones sobre los compromisos, la incertidumbre pesa sobre las conversaciones climáticas, pues Trump medita sobre su “gran decisión”. Ralph Bodle, coordinador de Ecologic, un instituto ambiental de Berlín, estuvo en Bonn ayudando a ministros y diplomáticos de casi 200 países a redactar las normas que expliciten quién hace qué, cuándo y con qué recursos económicos con el fin de poner en práctica el Acuerdo de París. También comentó que durante anteriores conversaciones climáticas intermedias, hubo preocupación por la decisión de Trump. Él cree que el Acuerdo de París “vivirá o fracasará con voluntad política”. El presidente de Estados Unidos anunciará su decisión final a su regreso de Taormina, en la isla italiana de Sicilia, donde participará en la 43 cumbre del Grupo de Siete (G7) países más poderosos, este 26 y 27 de mayo, y donde recibirá la presión de los otros participantes.

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