Estilo de vida y consumo
Los modelos actuales de producción y consumo hacen un uso insostenible del material y de la energía y causan el agotamiento de los recursos renovables y no renovables de la Tierra. El desarrollo futuro se centrará en los modos de suministrar bienes y servicios utilizando menos recursos y previniendo la producción de residuos. Para alcanzar estas metas, sin embargo, hace falta un compromiso de los sectores industrial y comercial, así como de los consumidores. Las administraciones públicas deben así estimular la demanda de productos ecológicos en el mercado y promover el consumo y la producción responsables.- Evitar y reducir residuos, y aumentar la reutilización y el reciclaje.
Se construye sobre una economía más bien linear en la cual la sociedad principalmente extrae, produce consume y se desecha recursos. No obstante, nuestro planeta es un recurso limitado y, como modelo, es insostenible. Junto a un rápido agotamiento de los recursos naturales, la actividad humana ocasiona una continua generación de residuos, que se acumulan en el medio ambiente y ocasionan muchas formas de contaminación.Ciertamente, las autoridades locales no pueden controlar qué productos se ponen en el mercado y así la prevención de residuos en el ámbito local es más bien difícil. Sin embargo, las autoridades locales pueden hacer más en los campos de la recuperación y el reciclaje. En verdad, esta es una práctica que está en constante crecimiento y que ayuda a reducir los impactos medioambientales de los residuos. Las autoridades locales promueven cada vez más la separación en origen y el reciclaje de los flujos de residuos, como la materia orgánica, el plástico, el vidrio, el papel, el aluminio, las pilas, los envases, los vehículos obsoletos, los equipos electrónicos y eléctricos
- Gestionar y tratar residuos de acuerdo con los criterios de buenas prácticas
- Evitar el consumo de energía innecesario y mejorar la eficiencia en el uso final de la energía.
- Comprometerse a hacer adquisiciones sostenibles
- Promover activamente la producción y el consumo sostenibles, particularmente de productos eco etiquetados, orgánicos, éticos y del comercio justo.
Los bienes y servicios radican en el corazón de nuestro sistema de producción y consumo y producen riqueza y calidad de vida. Sin embargo, cuando un producto es comprado actualmente, las decisiones de compra por regla general no tienen en cuenta los factores medioambientales y sociales, tales como que de qué materia están hechos, de dónde vienen y quién los hizo. En nuestra sociedad consumista, la gente a menudo ni siquiera se plantea si la compra era necesaria hacerla o no. Una nueva cultura y un nuevo paradigma de desarrollo, basado en los principios de sostenibilidad, son necesarios. En realidad, hay un entero ciclo de vida detrás de cada bien y de cada servicio: desde la extracción de los recursos naturales al proceso de manufacturación, comercio, distribución, venta, utilización y, finalmente, eliminación como residuos, los productos tienen impactos medioambientales, sociales, económicos y éticos significativos. Los consumidores tienen que ser conscientes de estos impactos y deben aprender a considerar el ciclo de vida completo de los productos en el momento de tomar sus decisiones de compra. El poder de decisión del consumidor, a su vez, puede ayudar a estimular la presencia de productos ecológicos en el mercado. De ahí la necesidad de promover activamente los productos eco etiquetados, orgánicos, éticos y de comercio justo. Las etiquetas medioambientales y sociales son instrumentos útiles para iniciar un positivo cambio social. Sobre todo, ayudan a fomentar el entendimiento por parte de la sociedad civil de los problemas a que se aplican, y contribuyen a construir una nueva cultura basada en los principios de la sostenibilidad.
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